Un dialecto del euskera (en euskera: euskalki) es una de las variedades lingüísticas del euskera con diferencias en fonética, vocabulario y gramática. Los primeros estudios de la dialectología del euskera se hicieron en el siglo XIX, pero su uso y extensión ha evolucionado mucho desde entonces. En las zonas fronterizas, a menudo los dialectos se mezclan entre sí.
A principios del siglo XXI, se hablan los siguientes dialectos:
El área geográfica de los dialectos no coincide plenamente con las actuales provincias, pero sí con las fronteras prerromanas entre caristios, várdulos y vascones y también con las fronteras eclesiásticas tradicionales. Los dialectos occidental y suletino son los más diferentes al euskera batúa, y el central y alto navarro los más similares. El dialecto más hablado es el occidental.
Algunos lingüistas incluyen también el roncalés —que Resurrección María de Azkue incluyó dentro del suletino— y también consideran dialectos independientes el alavés —el que se habló en Alava y que, por lo general, se suele conceptuar como una variedad del dialecto vizcaíno—, el aezcoano y el salacenco. No obstante, el roncalés se extinguió a finales del siglo XX y, si bien actualmente hay hablantes de euskera en el Roncal, no son hablantes de roncalés, sino inmigrantes internos de otros dialectos. Se distinguen históricamente entre 6 y 9 dialectos.[1][2]